sábado, 15 de diciembre de 2007

¿Las Calamidades Suceden solas o Tú Colaboras?

Presagio

El siguiente texto de Gabriel García Márquez surgió, al parecer, como fruto de una conversación espontánea con un reportero que le preguntaba por la narración que estaba preparando entonces.

Para nosotros, es un modelo perfecto de la formación de las comunicaciones.

Les voy a contar, por ejemplo, la idea que me está dando vueltas en la cabeza desde hace varios años y sospecho que la tengo ya bastante redonda.

Imagínense un pueblo donde hay una viejita que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija menor de 14. Está sirviéndoles el desayuno a sus hijos y se le advierte una expresión muy preocupada. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella responde: "No sé, pero he amanecido con el pensamiento de que algo grave va a suceder en este pueblo". Ellos se ríen de ella, dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan. El hijo se va a jugar billar y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el adversario le dice: "Te apuesto un peso a que no la haces".
Todos se ríen, él se ríe, tira la carambola y no la hace.

Paga el peso y le preguntan: "¿Por qué pasó, si era una carambola sencilla?". Dice: "Es cierto, pero se me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi mamá esta mañana sobre algo grave que va a suceder en este pueblo". Todos se ríen de él y el que ha ganado el peso regresa a casa, donde está su mamá. Con un peso, feliz, dice: "Le gané este peso al Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto". "¿Y por qué es un tonto?" Dice: "Hombre, porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado por la preocupación de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo grave va a suceder en este pueblo".

Entonces le dice la mamá: "No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen". Una pariente lo oye y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: "Véndame una libra de carne". En el momento en que el matarife está cortando, ella agrega: "Mejor véndame dos porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparados". El carnicero despacha la carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne le dice: "Mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar y se están preparando, y andan comprando cosas". Entonces la señora responde: "Tengo cuatro hijos, mejor deme cuatro libras".

Se lleva las cuatro libras y para no hacer largo el cuento diré que el carnicero en media hora agota toda la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va expandiendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo está esperando que pase algo, se paralizan las actividades y de pronto, a las dos de la tarde, hace calor, como siempre, y alguien dice: "¿Se han dado cuenta del calor que está haciendo?" Otro contesta: "Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor".

Tanto calor que es un pueblo donde todos los músicos tenían los instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos. Sin embargo, dice uno, nunca ha hecho tanto calor. "Pero si a las dos de la tarde es cuando hay más calor", responde otro. "Sí – dice el primero – pero no tanto calor como ahora".

Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: "Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito. "Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan". "Sí, pero nunca a esta hora". Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo. "Yo sí soy macho – grita uno – y me voy". Agarra sus muebles, sus hijos y sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde está el pobre pueblo viéndolo. Hasta el momento en que otro dice: "Si este se atreve a irse, pues nosotros también nos vamos", y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo.

Se llevan las cosas, los animales, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre todo lo que queda de nuestra casa", y entonces incendia su casa y otros incendian otras casas. Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio exclamando: "Yo les dije que algo iba a pasar… y me dijeron que estaba loca".
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Mi Reflexión
Obviamente esta historia es algo coloquial y hasta un poco increíble, sin embargo así sucede en nuestra sociedad a gran escala y un poco más lento, tan lento que es imperceptiblemente peligroso.

Piénsalo, todos los "cánceres" que están comiéndose a nuestra sociedad empezaron así, alguien fumó un cigarrillo y dijo que se sentía bien y otro lo siguió - aunque tuviera que convencerse a sí mismo de que se fumar se siente bien. Luego alguien dijo que desestresaba y los estresados comenzaron a fumar, después alguien aseguró firmemente que servía para calmar el frío y ahora los friolentos fuman... ¿me sigues?

La corrupción empezó igual, en algún momento un funcionario público aceptó una coima, soborno, mordida, etc. luego, el estafado y cómplice (ojo que digo y no o) le comentó a un tercero que para agilitar los trámites se puede ofrecer dinero al encargado, ese tercero luego le comenta a sus amigos que todos los funcionarios de dicha institución son corruptos y entonces estalla la bomba de la corrupción... ¿aún conmigo?

En este punto quisiera decir que cada uno de nosotros es un ser, un individuo, de tal modo que podemos seguir nuestro camino y no hacer caso de cualquier comentario que escuchemos por ahí.

"Todos los caminos llevan a Roma, la pretunta es ¿ya probaste todos los caminos?"
O ¿sólo sigues ciega e ingenuamente al que va adelante?, tú puedes hacer tu propio camino. La experiencia del resto te va a ayudar, eso es seguro pero sólo te va a llevar hasta donde esos a quienes siguen han llegado. Siempre existirá una diferente forma de llegar, una mejor forma de llegar.
En segundo lugar quisiera recordarte que todo ser humano es dueño de su porvenir, puede ser que tu mamá, tu maestro, tu novio, tu novia, tu amigo, tu hermano, etc. tenga un "Presagio" como el de esta historia, pero recuerda tú eres el dueño de tu porvenir, tú eres quien decide si tu pueblo sigue tal cual está o si lo quemas como en la historia.

"Si quieres vivir como alguien vive hoy, haz lo que el hizo ayer - Si haces, dices, vives o piensas como alguien hizo, dijo, vivió o pensó ayer, serás mañana como él es hoy"
Es tan sencillo como eso, si haces caso de personas necias, te convertirás tú también en un necio, si quieres ser como un amargado es hoy, reniega por todo tal como él renegaba ayer. Si quieres ser feliz, si realmente quieres ser feliz, imita lo que hizo ayer la gente que es feliz hoy, te sorprenderás cuánto en común tiene la gente que ES feliz. SER feliz es diferente a estar contento, nunca lo olvides.
Por favor, recuerda que la felicidad no implica que necesariamente tienes que tener dinero, si tú al quedarte sólo en tu habitación por la noche, puedes mirar por la ventana, sonreír y agradecer a Dios (o a la vida si quieres) por tu situación sea cual sea (sí aunque no te vaya muy bien), serás más rico que la mayoría de los millonarios... Si me seguiste hasta este punto significa que acabas de descubrir o recordar algo muy valioso para tu vida.

Resumen: Tú tienes la capacidad de elegir, el derecho a elegir y si te interesas por ti mismo, tienes la obligación de elegir y no dejarte arrastrar por el pensamiento de la masa, al final no importa quién lo haya dicho, la verdad seguirá siendo verdad y la mentira, aunque todos la crean, seguirá siendo mentira... pero depende de ti vivir según la verdad o vivir la mentira como la gente del pueblo de la historia.

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Espero que lo que has leído hoy colabore con tu desarrollo personal y con tu futuro.

Que tengas un día extraordinario,

Carlos Juez Mendoza

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